La rotura de meniscos es considerada como una de las lesiones más temidas por los atletas y personas adultas, dado a las consecuencias que se relacionan con este tipo de lesión que afectan el desempeño físico del día a día y en consecuencia la salud de quién padece esta lesión. En FisioClinics Madrid contamos con fisioterapeutas dispuestos a ayudarte a mejorar tu calidad de vida
Datos anatómicos de relevancia
El complejo articular de la rodilla es uno de los más importantes para el cuerpo humano, cumpliendo con importantes funciones a nivel de estabilización y movilidad de los miembros inferiores. Dicho complejo se compone de dos articulaciones principales que se encargan de cumplir con dichas funciones, mismas que se mencionan a continuación:
Femoro-tibial: De tipo bicondilea, cuyas carillas articulares están conformadas por los cóndilos femorales quienes se unen a las mesetas tibiales
Femoro-patelar: Considerada como una articulación de tipo troclear, sus carillas articulares están compuestas por la cara posterior de la rótula o patela quién discurre a lo largo del surco intercondíleo del fémur.
Dicho complejo articular es considerado como uno de los más resistentes del cuerpo, cuenta con una gran cantidad de estructuras de estabilización pasiva que ayudan a prevenir la aparición de múltiples lesiones. Dentro de las estructuras de estabilización pasiva se mencionan:
Ligamentos
Estructuras compuestas por tejido colágeno cuya función principal es limitar los movimientos para evitar lesiones sobre las demás estructuras. Dentro de los principales ligamentos se mencionan:
-
Ligamento rotuliano
-
Ligamentos cruzados (anterior y posterior)
-
Ligamentos colaterales (medial y lateral)
-
Ligamentos alares
Meniscos
Estructuras resistentes, ubicadas por encima de las mesetas tibiales cumpliendo un papel fundamental en realizar la amortiguación de la carga axial corporal los mismos son:
-
Menisco interno: Con forma de “C” menos resistente dado a su forma anatómica y al recaer en él la mayor parte de la carga axial.
-
Menisco externo Con forma de “O” mucho más resistente que el anterior, cuenta con un sistema de estabilización propia e incluso tiene mucha más irrigación.
Dichas estructuras antes mencionadas tienen una íntima relación mecánica, por tanto, es común encontrar que si existe una lesión traumática sobre la rodilla haya compromiso de ambas, como lo es en el caso de la triada maldita en atletas.
¿Qué es la rotura de meniscos?
Se trata de una de las lesiones traumatológicas más incómodas a nivel deportivo e incluso que se manifiestan en general sobre la articulación de la rodilla. Son consideradas como una de las más antiguas y más estudiadas a lo largo de la historia.
Esta lesión se describe como la pérdida de continuidad con respecto al tejido que conforma a los meniscos como consecuencia de dos factores principales:
-
Sobrecarga mecánica: Cuando la rotura de menisco aparece en consecuencia a una carga excesiva o realización de un movimiento lesivo que puede afectar la integridad de los meniscos, generalmente este tipo de lesión se presenta durante la practica deportiva.
-
Desgaste meniscal: Cuando con el pasar de los años, se presenta un proceso degenerativo muy alto como consecuencia del sobreuso articular que daña progresivamente al menisco facilitando su rotura.
Dicha lesión puede ser clasificada dependiendo de donde haya sido la rotura meniscal, teniendo así los siguientes:
-
Rotura longitudinal: Cuando es paralelo a las fibras del menisco
-
Rotura en asa de cubo: Parecido al anterior, con la diferencia de que puede aparecer un colgajo atrapado en el espacio intercondileo
-
Rotura transversal: Cuando es perpendicular a las fibras del menisco
-
Rotura de cuerno: Comienza en la zona interna y termina en la más externa del menisco (bastante común en procesos degenerativos)
-
Rotura compleja: Cuando aparece una mezcla de varios tipos de rotura antes mencionado
La prevalencia de las roturas de menisco es bastante común, llegando a afectar 61 personas de cada 100 mil personas solo en EEUU por temas degenerativos. Cuando ocurre de manera traumática es posible que aparezca sobre cualquier persona, principalmente sobre los hombres en mayor proporción que en las mujeres con una relación de 2:1. Apareciendo comúnmente en edades comprendidas entre los 31 y 40 años de edad en los hombres y en las mujeres, apareciendo en edades más jóvenes alrededor de los 11 - 20 años de edad.
¿Qué síntomas suelen manifestarse con una rotura de meniscos?
La rotura de meniscos al tratarse de una lesión traumatológica, puede llegar a manifestar múltiples sintomatologías de las que se destacan:
-
Inflamación generalizada a nivel de la rodilla, que puede agravarse durante la actividad física.
-
Presencia de dolor agudo y punzante durante los movimientos de flexo-extensión a nivel de la rodilla
-
Limitación de los movimientos activos a nivel de la rodilla
-
Presencia de molestias al estar mucho tiempo de pie o en una misma posición durante un largo periódo de tiempo.
-
Crepitación o crujido durante los movimientos activos.
-
Sensación de bloqueo articular
Todos estos síntomas antes mencionados pueden ser muy variables y cambiar en intensidad dependiendo del estilo de vida de la persona, origen de la lesión (si fue traumática o degenerativa) incluso las actividades que realiza durante el día a nivel laboral, personal y recreativo.
Dichos síntomas pueden ser variables dependiendo si es el menisco interno o externo el afectado, presentando éstos problemas más hacia un lado u otro dependiendo de la lesión.
¿Cómo puede producirse una rotura de meniscos?
Como se ha venido mencionando, la rotura de meniscos puede ser bastante variable teniendo dos causas principales que se mencionan a continuación:
Causas de la rotura meniscal traumática
Al hablar de una lesión traumática, se hace referencia a un daño que aparece como consecuencia de un factor externo que influye directamente sobre la articulación, pudiendo estar aislada o asociada a un daño a nivel de los ligamentos y apareciendo como resultado de:
-
Mecanismos de torsión: Al momento de hacer cambios de direcciones bruscos
-
Caídas o golpes: Común cuando se realiza algún tipo de actividad deportiva
-
Lesión en tejidos adyacentes: Cuando se manifiesta algún otro tipo de lesión como fracturas o esguínces que intervienen directamente sobre los meniscos.
Causas de la rotura meniscal degenerativa
Al contrario de las roturas de tipo degenerativas, estas aparecen como consecuencia de factores intrínsecos y biomecánicos principalmente siendo de desarrollo tardío y progresivo teniendo en consideración los siguientes:
-
Degeneración meniscal por consecuencia de un sobre uso
-
Padecer microtraumatismos repetitivos sobre la rodilla
-
Actividades deportivas y laborales que aumentan el estrés sobre los tejidos
-
Sobrepeso
-
Malos hábitos alimenticios
¿Cómo puedo prevenir una rotura de meniscos?
Son muchos los factores que intervienen en la aparición de este tipo de lesión, en FisioClinics Madrid contamos con profesionales expertos en salud que pueden ayudarte y guiarte a disminuir el riesgo a través de un abordaje preventivo, donde se buscará lo siguiente:
-
Mejorar los hábitos posturales, corrigiendo posibles alteraciones como hipercifosis, hiperlordosis, escoliosis, entre otros.
-
Evitar el sedentarismo y favorecer el fortalecimiento muscular de los miembros inferiores y el core
-
Realizar ejercicios de fortalecimiento propio para los estabilizadores de rodilla, además de crear adaptaciones ideales para mejorar la propiocepción y estabilidad en apoyo unipodal y bipodal corrigiendo la hiperactividad muscular.
-
Ofrecerte ejercicios que puedas realizar en casa de estiramiento
-
Darte las herramientas para hacer un buen acondicionamiento neuromuscular.
Si bien, las lesiones traumáticas no pueden ser prevenidas del todo, es posible retrasar los efectos de un proceso degenerativo que se manifiesta a nivel del complejo articular de la rodilla, atacando directamente los factores que lo han provocado
¿Cómo es el diagnóstico de una rotura de meniscos?
Para lograr un correcto diagnóstico ante la aparición de una posible rotura de meniscos, es necesario realizar una valoración subjetiva, donde sea posible recopilar todos los datos necesarios referentes a los síntomas presentes, su comportamiento e inicios. Así como también, recopilar datos sobre antecedentes médicos y quirúrgicos e incluso de la actividad deportiva que realiza de ser aplicable.
Posterior a ello, el evaluador procederá a realizar distintas pruebas musculares, articulares y de provocación para poder descartar la presencia de otro tipo de lesiones a nivel de los ligamentos o tendones y así llegar a confirmar este tipo de patología. Sumado a ello, es posible que se indique el uso de distintos estudios de imagen como:
-
Resonancias magnéticas,
-
Rayos x
-
Tomografías computarizadas
-
Ecografías
Todos con el objetivo de poder visualizar los tejidos circundantes a los meniscos y confirmar con certeza la presencia de algún tipo de daño sobre ellos.
¿Cómo es el tratamiento médico para la rotura de meniscos?
Ante el diagnóstico de una rotura de meniscos, por lo general el abordaje suele ser de tipo conservador pues la cirugía no es necesaria en la mayoría de los casos. Dicho abordaje conservador consiste en:
-
Indicación de analgésicos y antiinflamatorios
-
Hacer uso de la crioterapia local
-
Se puede indicar el uso de prótesis u órtesis que ayuden en la inmovilización parcial del miembro
-
Se indica fisioterapia para mejorar los síntomas.
El éxito del abordaje conservador dependerá de la gravedad de la lesión y su ubicación. Por lo general, los médicos indican entre 4-6 semanas de tratamiento.
¿Cómo es el tratamiento de la rotura de meniscos en FisioClinics Madrid?
En nuestro centro de Fisioterapia y rehabilitación en Madrid, contamos con profesionales expertos y dedicados a ofrecerte el mejor abordaje haciendo uso de distintos tratamientos que ayudarán a mejorar considerablemente tu salud, de los que se mencionan:
-
Electroestimulación: De tipo EMS para ayudar en el fortalecimiento muscular
-
Ejercicio terapéutico: Que ayudará a generar analgesia local
-
Técnicas manuales: Liberación miofascial, movilizaciones intraarticulares, entre otros que ayudan a mitigar el dolor y aumentar la movilidad
-
Termoterapia: Que ayudará a mejorar el flujo sanguíneo sobre la zona afectada
-
Educación postural: Para corregir los posibles cambios y sobrecargas presentes.